30 ene 2010

Nuestro políticos son una verdadera verguenza

Cuando asuntos como la economía, el empleo, la salud, la educación empiezan a desquebrajarse ante la vista de todos, nos preguntamos que hacen nuestros gobernantes, nuestros políticos, puesto que no se ve que tomen medidas efectivas para evitar tan abrumadores problemas.
Las medidas para evitar o corregir problemas, nunca se toman, nunca se han tomado, debido a que no tenemos políticos gobernantes sino políticos supervivientes, o sobrevivientes.
Cuando un político llega a un cargo de elección popular, su prioridad no es gobernar, no es solucionar los problemas, no, su prioridad es sobrevivir como político, ya sea para garantizar su propia reelección o la de su amigo, así que en ello enfoca todo su esfuerzo, y por supuesto, todo el presupuesto.
Un político no hace un plan de desarrollo económico. No. Lo que hace es un plan para su sobrevivencia política, y en ello son expertos jugadores de ajedrez, pero nunca expertos en solucionar los problemas típicos de la sociedad como el desempleo, salud, educación, infraestructura, etc.
Es por ello que la solución a los problemas desde tiempos inmemorables se ha ido aplazando, y con ello los problemas se han ido agravando hasta tenernos en la situación que hoy tenemos.
Esto debería preocuparnos, puesto que nuestras finanzas, nuestra economía, dependen de las acciones que tomen los políticos que elijamos, pero nunca lo hemos visto de este modo. Nunca hemos relacionado la suerte de nuestras finanzas personales con las personas por las que votamos, cuando la relación es mucha, puesto que en manos de ellos estará nuestro empleo, nuestra empresa, nuestra calidad de vida.
Si el ejercicio del “derecho” al voto lo relacionáramos con nuestras finanzas personales y no con ideologías políticas, tal vez la situación cambiara un poco, puesto que cuando del bolsillo se trata, somos mucho más racionales y mucho más exigentes, y con seguridad no aceptaríamos políticos sobrevivientes; sólo aceptaríamos verdaderos gobernantes o gerentes y administradores de los impuestos que pagamos.

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