Resumen (Escrito en Octubre de 2008)
Ricardo Lomoro
The party is over
La fiesta ha terminado. Se apagan los ecos del "último tango"… en Wall Street. Grandes dosis de despreocupación, autosatisfacción y cinismo… han derivado en una economía "sin responsables". Una economía de "call centers" (nadie sabe dónde están, ni quién los atiende). Así y todo, algunos mitos económicos comienzan a caer. Posiblemente, uno de ellos (eso espero) sea el del librecambio.Cuando la globalización nos la prometía tan felices, cuando la tierra era plana… con la "falacia" de la libre circulación de mercancía (que sólo fue parcial y sesgada), con la "promesa" (espejismo, timo) de la libre circulación de trabajadores, se impuso (único fin cierto, primigenio y constatable) la libre circulación de capitales. Eso era lo que verdaderamente interesaba a los "amos del mundo". Lo demás eran espejitos de colores para entretener a la "manada" (gilada). Peanuts.Ahora, que se ha constatado que la globalización lo único que ha globalizado han sido las pérdidas (repartido la mierda, digamos), un efecto "esperable" del coito interruptus, tal vez sea (eso anhelo) el regreso del proteccionismo.¿Estamos llegando al fin del capitalismo? Quizás no, pero es probable que estemos ante el fin de cierto tipo de capitalismo, el financiero y especulativo, que ha crecido demasiado en las dos últimas décadas, y la crisis actual sólo una elocuente expresión de ello, aunque no la única. Las causas de esta crisis tienen raíces muy profundas, tanto en el sistema financiero, como en los estilos de vida y consumo.El capitalismo puramente financiero es amoral. Es hora de "volver a creer" en el capitalismo del esfuerzo y del trabajo. Se debe moralizar el capitalismo. Refundarlo. Eso no quiere decir destruirlo. Destruirlo es dar un paso atrás, renunciar a todo lo hecho. Pero, o lo refundamos o se destruirá
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