Escrito en Enero de 2009
Mentiras y mentirosos
Los "mentirosos" (una minoría) siguen bien, sus pérdidas han sido compensadas y subsidiadas. Todo perdonado. Todo bien. Las "mentiras" siguen ahí, en cualquier momento les cambian el "empaque" y vuelta a empezar.
Los "timados" (la gran mayoría), una sociedad borreguil, pastueña, adocenada, capaz de tragarse cualquier sable sin pestañear, todavía está mirando de dónde vino el "cachetazo": ¿cómo fue? ¿quién fue? ¿por qué a mí? No pueden comprender (ni quieren creer) que les han timado, robado la cartera, asaltado la ilusión, violado sin erección (y además, sin condón).
Los "socios del silencio" (organismos de control, agencias de calificación, bancos centrales, autoridades gubernamentales), invisibles, lacayos, serviles, cómplices, corruptos, opacos… (podría seguir). Bomberos pirómanos. Prestos en salir en ayuda del… ganador (los mentirosos). Al fin y al cabo: ¿a quién le "deben" el puesto? Lo único que han hecho (aunque falta conocer el final) ha sido "licuar" la mierda, "socializar" las pérdidas, "nacionalizar" los despojos y "auxiliar" a los delincuentes.
El dinero que no alcanzaba (recordar las reformas estructurales, el déficit cero…) para mantener el estado del bienestar, la educación, la salud, la vivienda, las pensiones, la seguridad… (y podría seguir), alcanza y se multiplica para subsidiar el "festín de los corruptos". Para mantener la economía de casino. Para continuar el espectáculo de la bolsa.
La globalización justa. Todos tan felices. Empujando el carrito de la compra. Esperando la próxima tarjeta de crédito. Soñando con el nuevo juguete electrónico importado de China. Indiferencia suicida.
¿El trabajo? ¿Qué trabajo?
El silencio de los corderos tiene final de matadero…
¿Mejor inflación que producción? ¿Y si en vez de "darle" a la maquinita de imprimir billetes, se ponen en marcha las máquinas de producir bienes? De mantequilla o cañones a… de billetes o camiones. Del monetarismo al estructuralismo (¿les suena?). Keynes, vuelve, te han perdonado!
Tantos años "proscrito" y ahora de nuevo en las librerías. Best seller. Como Marx. ¿Quién los hubiera dicho? El regreso de los "apestados". ¿Volverán a estudiarlos en Columbia, Harvard, o el London School of Economics? Y si no, al tiempo… ¿Qué diferencia hay entre la propuesta de Keynes de cavar pozos y rellenarlos después, para dar trabajo (demanda agregada) y el lanzamiento de dinero desde un helicóptero (Bernanke) para restablecer la estabilidad de los mercados (oferta agregada)
Por más que haya esperanzas en que esa situación se invierta, en que las medidas puestas en marcha por gobiernos e instituciones consigan detener ese deterioro, lo cierto es que nada apunta a que tal sea el objetivo prioritario. Incluso cuando actualmente se salude a Keynes y al "New Deal", en tanto ejemplo de políticas estatales que consiguieron sacar de la depresión a grandes estados, se hace con otro sentido. Aquel Keynes es distinto del presente: el modelo keynesiano se centraba en la economía real y era redistributivo a largo plazo. Lo que estamos viendo es un modelo de defensa de los intereses financieros. Este intervencionismo sólo pretende rescatar los márgenes de negocio de las entidades financieras.
Tal vez, Bernanke, Paulson y otros "cómplices" de Wall Street (antes Greenspan, no olvidar), no quieran reconocer (ni que les recuerden) que la impresionante "regadera" monetaria es presagio de una alta inflación que terminará propagándose por la economía norteamericana y mundial. Una forma premeditada y alevosa de licuar las deudas (pasivos) de las instituciones financieras, trasladando el impuesto inflacionario a la sociedad estadounidense y mundial (incluso a las siguientes generaciones)
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