22 nov 2009

Remembranzas

Revisando documentos antiguos, buscando uno en especial, al que por cierto no he localizado, me encontré un ensayo que comencé a escribir el 29 de Enero de 2007 y que terminé el 28 de Febrero de ese mismo año; dos meses apenas después de que se iniciara en mi País el actual gobierno de Felipe Calderón. Fue escrito en tres partes y quiero compartirlo con todos; no le he cambiado nada, está tal cual lo escribí y solo pido que lo lean ubicándose en aquel momento. En está "entrega" les paso la primera parte, sin más preámbulo.

XALAPA VERACRUZ, A 29 DE ENERO DE 2007

Cuadernillo de bolsillo.
PRIMER NÚMERO
Ensayo.
REFLEXIONES SOBRE EL MOMENTO ACTUAL

I La cuestión del Estado laico y de su relación dialéctica con la Educación laica en México.

La fe en Dios y las prácticas religiosas de rituales ancestrales son características que distinguen e identifican la forma de ser y de existir de los pueblos pobres del mundo en general, y del pueblo de México muy en particular, aquí en México la gran mayoría del pueblo es creyente, principalmente católico

Es verdaderamente impresionante y admirable el fervor que la mayoría del Pueblo de México, -principalmente los más pobres-, le profesa a La Virgen de Guadalupe; Emperatriz de América, tanto que a México lo distinguen y lo caracterizan, en todo el mundo como “el País Guadalupano”

Sin embargo, y no por lo anteriormente comentado, sino a pesar de ello, en México tenemos un Estado laico que por mandato Constitucional debe ser totalmente ajeno a cualquier doctrina religiosa

El Ejército Insurgente que encabezó la lucha armada en la revolución de Independencia en 1810, exhibió en la guerra como su bandera el Estandarte de La Virgen de Guadalupe. La guerra de Independencia rescató de manos de los esclavistas españoles a La Virgen de Guadalupe para entregársela al Pueblo de México; a los naturales, a los mestizos y a los criollos

En la lucha por la Independencia, así como en todas las demás luchas libertarias que le siguieron a ésta, surgieron voces revolucionarias que plantearon la instauración del Estado laico, de la libertad de creer o no en Dios y de profesar y practicar cualquier religión, así como de que la ley reconociera los derechos civiles y políticos de la mujer, de los indígenas, de las personas con capacidades diferentes, de los adultos en plenitud y de las minorías en general

A México se le reconoce en todo el mundo y por ello ocupa un lugar especial en la historia universal, además, por haber sido el país que hizo a principios del siglo XX la primera revolución social de la historia universal, de la que dialécticamente surgió La Constitución de 1917, considerada como la más avanzada y democrática del mundo, en ese entonces y donde se consagró el mandato Constitucional de que el Estado Mexicano será laico y democrático y como consecuencia de ello, la Educación en México es laica, obligatoria y gratuita

En el siglo XX emergen del ostracismo en el que se mantenían, los más conservadores y reaccionarios exponentes de las muchas reminiscencias nefastas que arrastramos de nuestro pasado colonial y que han sobrevivido, conservado e incrementado sus privilegios pese a la Independencia, a la Reforma y Revolución Mexicana, y que representan el pensamiento reaccionario, conservador, fundamentalista y neoliberal de todos los tiempos obscuros registrados en el sinuoso proceso de desarrollo de la historia de México

Hoy esas rémoras de la historia se han reagrupado y se han hecho más fuertes, utilizando al pueblo, aprovechándose alevosamente de sus creencias y de su devoción, con engaños y falsas promesas y satanizando a quienes pensamos diferente y santificando a los privilegiados a los que nos han explotado siempre, quienes ahora perversamente enfrentan a hermanos contra hermanos. Su máxima es “hay que cambiar todo para seguir iguales” y el fin justifica los medios, es decir que para ellos está justificado el engaño, la mentira, la represión, el espionaje, la violencia, la perversidad y la soberbia

Pero, ¿qué es realmente el Estado? Los elementos que conforman el Estado son: 1) El Pueblo, 2) El Territorio y, 3) La Soberanía. Este último elemento del Estado es; el gobierno y el conjunto de normas, leyes e instituciones que garantizan los intereses, el patrimonio y la seguridad de la población, la integridad e inviolabilidad de su territorio y la protección y salvaguarda del patrimonio nacional

Un Estado laico es aquel en el que las creencias religiosas se mantienen totalmente ajenas tanto del gobierno, como del conjunto de normas, leyes e instituciones que el Estado se ha dado

No son lo mismo las creencias del Pueblo que las iglesias. Las iglesias son instituciones al margen del Estado, que se rigen por reglas establecidas en otros países y que el Estado Mexicano permite que funcionen en nuestro territorio, siempre y cuando cumplan con nuestras leyes y permanezcan totalmente ajenos a todas las cuestiones que tengan que ver con el Estado

Pero eso es en teoría porque en la realidad las iglesias en México, que por cierto en distintas épocas de la historia han detentado el poder absoluto en el país, ni cumplen con nuestras leyes ni se mantienen al margen de las cuestiones del Estado. Se han incrustado en el gobierno junto con grandes empresarios y con organizaciones y personas económicamente poderosas ideológicamente afines, y desde el gobierno han secuestrado al Estado y se han ubicado por encima de la sociedad y se ha separado cada vez más y más del Pueblo; sometiendo a la población, apropiándose del territorio y subastando la soberanía y el patrimonio nacional

El Artículo 24 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dice: Todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos de culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley

El Artículo 3º, en el punto I, dice: Garantizada por el Artículo 24 la libertad de creencias, dicha educación será laica y, por tanto se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa;

II El criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios
Además:
a) Será democrático, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo

El Artículo 39, dice: La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno

La Educación laica, obligatoria y gratuita es la esencia del Estado laico mexicano, concatenados dialécticamente la Educación y el Estado, la Educación laica da sentido y motivo existencial al Estado laico, y éste, a su vez, da sentido y motivo existencial a la Educación laica, obligatoria y gratuita, a la democracia popular participativa, a la protección legal de los derechos de las minorías y al derecho inalienable que tiene el pueblo de alterar o modificar, en todo tiempo, la forma de su gobierno

Por ello la ultraderecha siempre ha querido acabar con la Educación laica. El objetivo final del proyecto político del gobierno actual y de su partido, es imponer un Estado confesional, clasista y represor y una Educación también confesional, obligatoria y de paga en él país, negarle al pueblo los derechos de las minorías

Cabe recordar que López Portillo le dijo al Papa en el aeropuerto de la ciudad de México: México es un país surrealista, en realidad “México es un país mágico”. Todavía no se reformaba el Artículo 130 de la Constitución, que reglamentaba la separación del Estado y las iglesias y no reconocía al Vaticano cómo Estado nacional

Con la modificación anticonstitucional al Artículo 130 que se hizo en el gobierno de Salinas de Gortari, se abrieron de par en par las puertas del gobierno y del Estado Mexicano al Estado Vaticano y a sus representantes en México. “El gobierno de Salinas le despejó el camino a la ultraderecha fundamentalista neoliberal, para que, a más tardar en el año 2000, un partido democratacristiano como el pan llegara a la presidencia del país”

El fundamentalismo, o coloquialmente llamado fanatismo, es una de las mil caras del fascismo; el fundamentalismo religioso ya sea musulmán, budista, católico o de los testigos de Jehová, transformado en movimiento político y liderado por poderosos personajes fanáticos, pragmáticos y mochos que se han salido del closet, se han organizado y ha trascendido el ámbito de sus iglesias, de las cuestiones espirituales y de sus prácticas estrictamente religiosas para autoerigirse como “los conductores políticos, los policías y los jueces de su comunidad”, arreglando, según ellos, todo tipo de cuestiones mundanas de carácter público

Es ésta una de las realidades contemporáneas de las que cabe decir: la realidad superó a la ficción, es en ese sentido que el fundamentalismo religioso, organizado y pragmático, es una de las más peligrosas caras del fascismo, caracterizada porque no respeta los derechos de las minorías y porqué se conforma con personajes distinguidos y conocidos por apátridas, por intolerantes, por soberbios, por sus fobias racistas, por sus posturas radicales de ultraderecha, por perversos y por sus actitudes y reacciones hipócritas, vengativas y violentas entre otras tantas linduras
Juntos, los personajes más reaccionarios del pan democratacristiano, de los ultraderechistas incrustados en el gobierno federal y en los de los estados, de los del ala inquisidora y reaccionaria de la iglesia católica (aliada con las otras iglesias minoritarias) y los más conservadores y neoliberales empresarios nacionales y extranjeros. Han emprendido “una cruzada” contra la democracia, contra el Pueblo y contra él Estado Mexicano laico; en contra del México real, del México mágico, el de los olvidados, el de los 70 millones de pobres que somos

Porque la verdadera democracia es el gobierno mayoritario de todas las minorías aliadas y organizadas, es decir, la democracia social participativa; en un Estado laico y plural, donde el poder y el gobierno son del Pueblo, y los ejerce el Pueblo para beneficio del Pueblo

Y esto es lo que se nos ha negando desde siempre, y se nos sigue negando de manera peculiar desde hace 25 años, cuando la alianza del opus dei con los tecnócratas neoliberales se apoderó del gobierno federal

Jesús Torres Navarro

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